Aprende a respirar mejor y mejora tu técnica al cantar con este artículo y ejercicios propuestos!
La respiración baja o diafragmática es la técnica utilizada para optimizar el uso del aire y generar más potencia en la voz a costa de un menor esfuerzo.
Este es un extracto del libro “La Técnica Vocal” Clic aquí para descargar el método completo” La Técnica Vocal (Canto Vol. 1)
En este tipo de respiración, el diafragma, que es el músculo debajo de los pulmones que apreciamos en la gráfica, desciende. Al hacerlo se crea un espacio en la caja toráxica que es compensado con la expansión de los pulmones, esto ocasiona que el aire entre para compensar el vacío.

El descenso del diafragma ocasiona que las vísceras se contraigan y presionen en contra de la pared abdominal, por ello cuando respiramos utilizando la técnica debemos observar como el vientre sobresale.
Seguidamente el diafragma vuelve a la posición inicial ocasionando la relajación de la tensión en las vísceras y la salida del aire.
Es importante decir que si además de la relajación natural de la salida del aire, aplicamos un poco de presión con la ayuda del diafragma y la musculatura del área del abdomen, lograremos que el aire salga con más fuerza y por lo tanto ganaremos potencia en la voz.
Intenta respirar sin arquear los hombros o subirlos, el único movimiento que debes notar es el del vientre, de esa forma sabrás que estás utilizando la técnica correcta.
Los músculos intercostales y abdominales

La musculatura en el área abdominal juega un papel muy importante en la respiración, ya que juntamente con el diafragma nos da la potencia que necesitamos para enviar el aire a través de la tráquea hacia las cuerdas vocales en donde el aire se convierte en voz.
Para desarrollar potencia en la voz debes tomar en cuenta de que gran parte de ello dependerá del flujo de aire que utilizas, debes crear suficiente presión de aire en tu interior para producir un sonido intenso.
Cuando realices la espiración debes sentir como que el aire sale desde la parte más baja de los pulmones.
Ejercicio 1
Recuéstate sobre una superficie plana y dura. Coloca tus manos sobre el abdomen. Respira lenta y profundamente. Debes sentir el movimiento de toda el área abdominal con tus manos, hacia arriba y abajo mientras respiras. Practica durante algunos minutos. Al estar horizontal sobre el suelo aseguras una posición correcta para desarrollar la técnica de respiración y te será más fácil concentrarte en la respiración baja.
Ejercicio 2
Intenta recrear la misma sensación del ejercicio anterior pero de pie. Endereza tu cuerpo hasta conseguir una postura similar, puedes apoyarte sobre una pared esta vez, mantén los hombros hacia atrás. Respira lenta y profundamente tantas veces como lo necesites hasta que se vuelva algo natural. La respiración baja o diafragmática es la técnica utilizada para optimizar el uso del aire y generar más potencia en la voz a costa de un menor esfuerzo.
Ejercicio 3
Este ejercicio es para aprender a controlar el aire. Sin olvidar lo aprendido en los dos ejercicios anteriores, intenta esta vez hace una inspiración profunda y mantén el aire por uno o dos segundos. Luego inicia la espiración lentamente y empieza a contar en la mente. En el primer intento debes contar hasta 8, debes expulsar el aire uniformemente durante toda la cuenta. Conforme te sientas cómodo empieza contar hasta 10, 12, 14, 16, etc. Una buena referencia de tu resistencia debería ser 28 o 30, pero no lo intentes desde el principio ve incrementando gradualmente.
Ejercicio 4
Este ejercicio es para mejorar la resistencia y control del aire. Es muy similar al ejercicio anterior pero a diferencia esta vez lo harás produciendo un tono durante la espiración. Por ejemplo “aaaaah” ú “oooooh”. Lo primero que debes notar es que ahora es más difícil llegar hasta donde habías llegado en el ejercicio anterior. Procura que el tono sea uniforme, sin cambios de intensidad o tono.
Ejercicio 5
Finalmente, intenta variar el ejercicio anterior mediante la producción de un tono más alto, si tienes una referencia de un instrumento (un piano), entonces intenta subir unas dos o tres notas, por ejemplo, si empezaste en un do, ahora intenta un mi o un fa. Si no tienes un piano (aunque es altamente aconsejable tener uno), simplemente intenta dar una nota más aguda. La diferencia con el ejercicio anterior es que las notas mientras son más altas, requieren un mejor uso del aire, por eso es probable que no logres alcanzar la cuenta del ejercicio anterior en el primer intento. Pero lo lograrás con la práctica constante.
Te ha gustado este contenido? Descarga ahora el método completo:
Más libros que podrían interesarte: